El Médico, la película

Viernes , octubre 10 2014

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El Médico

Israel León O’Farrill

27206

Kingsley / elseptimoarte.net

Ben Kingsley es un actor fenomenal y desde el momento en que personificó  de manera más que convincente al líder social hindú Mahatma Gandhi en la mítica película de 1982 del recientemente desaparecido Richard Attenborough, ha sido un gozo poder observarlo. Pese a que considero que nunca más ha realizado un papel de tal envergadura, haga lo que haga siempre es garantía.

Destacaría su papel de un contador judío empeñado en la supervivencia de sus congéneres en La Lista de Schindler (1993), interactuando con Liam Neeson, La casa de niebla y arena (2003), Premoniciones: expediente cero (2004), La Isla Siniestra (2010), su breve pero valedera aparición en El Juego de Ender(2013) y lo más reciente que le he visto, El Médico (2013). Kingsley, sin duda es uno de los mejores atributos del filme dirigido por el alemán Philipp Stölzl, pero la cinta da para mucho más. Kingsley se convierte en esta historia en un profesor de medicina en la Persia del siglo XI, Médico sumamente avanzado con respecto a la época en que vivió, mucho más que los pseudo médicos que circulaban por Inglaterra con el apelativo de “Barberos” y que con rudimentarios conocimientos y una ignorancia sin parangón, lograban más o menos curar accesos y pústulas, el malestar estomacal y los dolores de muelas –generalmente extrayéndolas-. Se trata de una auténtica apología al Medio Oriente, a su sabiduría que medró incluso a pesar del Islam y sus representantes más recalcitrantes, a su enorme contribución a la cultura occidental y mundial, poco reconocida hoy por occidente en una absurda campaña contra la región debido a los conflictos en los que Estados Unidos y su cultura llevan la voz cantante.

El Médico es una agradable revisión a la medicina, sus avances y conquistas en un pequeño periodo de tiempo; empero, representa la historia de la humanidad en general, de sus contradicciones, del papel de la Iglesia como enorme contrapeso al conocimiento científico y que, como frecuentemente sucede con las películas históricas o las de ficción científica, exponen problemas actuales mimetizados con los narrados en sus historias.

La medicina hoy sigue buscando respuestas a padecimientos viejos y nuevos, surgidos de la modernidad misma, como el cáncer, el VIH, el ébola y otras tantas linduras de nuestro presente; para hacerlo, claro está, se enfrentan constantemente con la cerrazón de sociedades plagadas de prejuicios provenientes de un orden civil sumamente contradictorio y de una moral religiosa harto hipócrita. A la vez, observamos las pugnas entre vanguardia y conservadurismo, conflicto que incentiva el movimiento y que motiva los cambios. La historia es sumamente interesante desde la premisa misma: el espectador irá a empaparse de conocimiento y si decide dedicarle más allá del tiempo que esté en la sala, podrá investigar mucho más sobre el tema, la película te invita a hacerlo.

Son destacables las actuaciones de Stellan Skarsgard, injustamente célebre hoy por su participación enThor y en Avengers, pues tiene una trayectoria larga con películas fabulosas como Cero Grados Kelvin(1995), Mente indomable (1997), Ronin (1997), la versión sueca de Insomnia (1997), Los Fantasmas de Goya (2006) y múltiples apariciones en el cine de Larss Von Trier, por mencionar algunas. TambiTom Payne, como el personaje principal. Von Trier. oria larga el espectador irovimiento y que motivan los cambios. iosa harto hién tenemos el joven talento de Tom Payne, como el personaje principal Robert Cole, mismo que le queda a la medida.

Otro atributo fundamental es el diseño de producción del que destacaría el vestuario y la ambientación, incluso la fotografía, que va más allá de buscar retratar la realidad representada en la película. Quizá lo que podemos decir que falla en la cinta son algunos elementos hollywoodenses que tienden a molestar en toda película histórica, sobre todo cuando la trama se ubica en un país donde claramente nadie habla inglés… en efecto, pareciera que ese lenguaje hoy supuestamente  universal se hablara en todas las épocas  y latitudes.

Molesta que siempre se tenga que hablar en ese idioma para poder garantizar la taquilla de los cientos de miles de norteamericanos que se sienten incómodos de leer en el cine y de escuchar una lengua que no es la suya. También un enorme error de la cinta es presentar a un Cole que es recogido por un barbero desde niño y nunca vemos que aprenda a leer y escribir; sin embargo, en la cinta lo vemos leyendo sin que medien escenas de aprendizaje y para colmo, cuando vemos que lee, lo hace con un texto escrito en árabe, cosa totalmente gratuita. No obstante estas pequeñeces, la película bien vale hacer el esfuerzo por verla esté donde esté.

de israelleon

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